martes, 22 de mayo de 2018

Palabras con magia

En el grupo Pincelabras estamos convencidos de lo mucho que puede llegar a comunicar una ilustración, de los sentimientos subyacentes que se pueden encontrar en cada trazo y de las historias escondidas que se logran descubrir si miramos muy de cerca, y con mucho mimo, un dibujo. Es por ello que hemos elaborado una actividad para que nuestros alumnos y alumnas de 4ºESO observen con detenimiento algunas ilustraciones elaboradas por alumnos de 1º ESO y se inspiren en ellas para crear sus propias narraciones. En este caso, hemos escogido el realismo mágico como marco para sus historias por cuestiones curriculares y porque también nos ofrece mayores posibilidades a la hora de conjugar lo narrativo con lo lírico. Os dejamos la actividad y los dibujos a continuación.


Palabras con magia

1.       Escoge uno de los cuatro dibujos. Este servirá de ilustración para tu relato.

2.       Crea un cuento breve inspirándote en el dibujo que has escogido.

a.       Fase de inspiración (creación de la historia)

                                                               i.      Piensa en qué historia puede haber detrás de ese dibujo, quién lo ha hecho, por qué, cuándo, qué aparece en él, por qué puede ser importante para el protagonista o para otros personajes… lo que se te venga  a la mente.

                                                             ii.      Crea una historia con todos los elementos de la narración (narrador, personajes, acciones, tiempo, lugar…) Selecciónalos bien para que sea algo único e interesante.

                                                           iii.      Debe ser un cuento de realismo mágico, por lo tanto, sitúa las acciones y los personajes en un entorno aparentemente realista pero incorpora algún elemento  fantástico o mágico que rompa con los estándares de lo cotidiano, pero cuéntalo de manera que no desentone para que el lector lo acepte como algo normal en el mundo literario que has creado.

b.      Fase de construcción del relato:

                                                               i.      Piensa en qué narrador deseas utilizar: protagonista, testigo, omnisciente… o, si te atreves, en segunda persona…

                                                             ii.      Recuerda que la estructura de una narración siempre debe tener un planteamiento (donde se nos presenta a los personajes, el lugar, el momento en el que se cuenta la historia, y se produce un incidente que desencadena las acciones posteriores); un nudo, donde se nos va contando qué hacen los personajes respecto a ese incidente o ese momento que rompe con la vida cotidiana de los mismo;  y un desenlace, donde damos fin a la narración.

                                                           iii.      Cuenta la historia en el orden que prefieras: lineal, con saltos hacia atrás o hacia adelante en el tiempo, con un comienzo in media res

                                                           iv.      Crea un buen final que sea sugerente y que cierre todos los cabos sueltos que has ido dejando a lo largo de todo el relato. Piensa bien la última frase que escribas, pues es la guinda que corona tu creación.

3.       Otras indicaciones:

a.       Una vez que tengas decidida la historia que vas a contar y cómo lo vas a hacer, elabora un esquema en el que vayas organizando las acciones, las particularidades de los personajes, el orden en el que los vas a hacer, etc., después una primera versión y finalmente la definitiva para entregar. Así será más fácil que todo lo que narres sea coherente con la historia y los personajes que has creado.

b.      La extensión debe ser, como mínimo, de una cara, y como máximo, de tres.

c.       Debes entregarlo escrito a mano, utilizando márgenes, evitando tachones y con buena caligrafía.





No hay comentarios:

Publicar un comentario